miércoles, 31 de julio de 2013

Ámsterdam

El verano pasado tuve la suerte de viajar a Holanda. La mayor parte del tiempo estuve en Ámsterdam, pero también visité otros sitios como Brujas, Amberes, Bruselas, Edam... En resumen fue un viaje fascinante. Me encanta viajar y conocer otras culturas, algo que no hago muy a menudo y probablemente influya en crear un recuerdo todavía más bonito de ese viaje. La cultura de allí es increíble, la gente va a todos lados en bicicleta, es educada, hay un montón de espacios verdes, hay una variedad multi-cultural impresionante pero no hay nada de racismo... El ambiente, la gente, TODO, consiguió que me enamorara y deseara volver a los minutos de irme. En fin, os podréis  imaginar que saqué millones de fotos... pero solo subiré unas pocas, incapaces de reflejar los sentimientos que me transmitió en vivo y en directo. 













Escondites tras la almohada

Sigo vagando por el mundo, esclava de suspiros y de miradas perdidas. Buscando un alma que me comprenda, un hombro en el que apoyarme o llorar, una sonrisa que me ayude a avanzar… Y sigo aquí, anclada, hundiéndome tras cada paso, tras cada huella que voy dejando. Escondiendo cada lágrima tras la almohada, evitando pensar mucho para así sentir poco. Y sigo con esa coraza, que ralentiza mi paso, que hace imposible mi huida. Y sigo aquí, y seguiré… Esperando, buscando… Enloqueciendo por no saber que hacer.